Me sabe a jugo de mandarina
el beso tierno que tú me das;
me sabe dulce tu beso, niña…
¡Y todo es bello cuando tú estás!
Me siento libre, ¡quién lo diría!
si con tus alas he de volar;
me siento libre como la brisa,
la brisa fresca de tu mirar.
Me siento alegre, ¡ya no hay cenizas!
de las que el viento trajo hacia mí;
me siento alegre día tras día,
porque en tu fuente por fin bebí.
Me sabe a vino tu piel divina
y embriago a diario con su sabor;
me sabe a fruta tu boca linda…
¡Tu boca linda llena de amor!