Almanzor está roto
no siente dolor.
Le hicieron ruinas su corazón
arpías con cuernos de cabrón,
sentimientos enterrados
en oscuros agujeros.
Esperanza bella ilusión,
bendito último bastión
de un imperio grandioso
y un pasado glorioso.
Lejana herencia navarra
de alma granadina,
espíritu vasco
y tesón castellano
sujetan al desventurado ´
Almanzor Verano.
La felicidad es una utopía
que se ve en la lejanía.
Ríos llenos de lágrimas
y arroyos llenos de melancolías.
Agripa fiel aliado,
Zhúkov leal amigo,
San Fernando protector
y Belisario batallador,
protegen las murallas
y cierran las entradas.
La soledad pegajosa
atrapa su sonrisa.
Resiste Almanzor, resiste
y sé fuerte,
la vieja Constantinopla
algún día caerá.