Yo siento haber querido lo adorado,
y sin haber intuido las ausencias,
que se lanzan como sueño dorado,
sin haber contemplado las esencias.
A veces uno siente que ha ganado,
en algunos instantes de existencias,
pregonando en la piel, lo más amado,
sin haber acariciado las esencias.
Vientos en calma, convidan seguir,
los infortunios de las inclemencias,
y con todas las ganas de vivir,
en sus ojos divinos, las esencias.