Yo sé mi querido amigo que el amor se ha ido y no volverá,
anduvo rondando tu puerta y la mía,
a veces travieso, a veces espía;
contigo lloraba y de mi se reía.
Son muchas las veces que este amor ingrato
te ha hablado al oído muy quedo de mí,
ha dicho que te amo, que sufro por verte
que es negra mi suerte tan lejos de ti,
que lo he intentado todo y no he sido feliz.
Renació el tormento de retar tu orgullo,
vierten mis recuerdos tu alma de nostalgia,
reviviendo anhelos por aquel ayer;
te agobian afanes que rompen silencios,
pretendes entonces mi olvido vencer
y el fallido intento que no encuentra eco
derrumba arrogante de nuevo tu ser.
¿Qué ganas buscando respuestas tardías?
¿Qué gano soñando que habrás de volver?
¡Qué cruel desencuentro, eterna agonía,
Nos somete al duelo de dejarnos ir. !
Ya el tiempo se ha ido mi querido amigo
y aunque son muchos los años perdidos
en tu corazón así como en el mío,
el grito vehemente de este gran amor
seguirá esperando nuestra aceptación.
No digamos nada, que sople el silencio,
dejemos que el tiempo nos lleve con él
y tal vez el rumbo de nuestros andares
encuentren espacio para nuestro amor.
Autora: Laura Arroyo