MUNDO HETEROGÉNEO
Pese a todo, el entorno rural
y silvestre no deja de producir miel,
setas variadas, caracoles, frutas,
conejos, palomas torcaces. Es curioso que, todavía,
no deje de producir con semejante ímpetu
y tal derroche de abundancia.
Y por allí se alternan hoy los peñones y las rocas
con los sembrados y con las ciudades
populosas, luminosas y los restos de las antiguas
civilizaciones. Ciudad compacta
y, al lado, trozo de campo gris,
por culpa de los bancales de olivos
batidos por el viento de forma esporádica,
o de color amarillo
poco después de la siega.
Gaspar Jove Polo