José Gomariz Fenoll,

Vida nueva

Y ahora me regalas

esta nueva vida

para que te siga;

tu lluvia me bautiza,

moja mi cara,

sin ti no era nada.

 

El canto, las guitarras

y el coro de las olas del mar

me recuerdan una vez más

que sin ti no soy nada,

que viniste, y aquí estás

para, a muchos, rescatar. 

 

Hoy mi alma ha recuperado,

en el escenario de este mundo,

su guión perdido

y, bajo tu dirección, recobra

las riendas del cuerpo rebelado.

Mi cuerpo, hoy servil,

se inunda de energía

y mi voz te va a proclamar.

 

Por fin creo en el amor,

ahora sé que no es una ilusión

que quedará en nada,

por fin sé qué es amor

porque he buscado la Verdad

y te he encontrado.

 

En este momento

sólo me pides

que me deje amar,

me dejo amar,

sólo me dejo amar.

Ya no voy sonámbulo

mirando sin ver nada,

dejo atrás las juergas amargas,

recupero la bondad abandonada,

recupero la alegría.

 

Tantas cosas por hacer

ahora que sigo tu camino. 

Pero no me falta tiempo

porque sólo tengo

un eterno instante.

 

Hoy comienzo a descubrir

la verdad de todo... y en todo.

Hoy tengo vida, Jesús.