Una silueta frágil proyectaba en la sombra, había vivido sumida durante un tiempo en su propia existencia, pensando que estaba extinguiéndose lentamente, más ahora, extendía está nueva parte de su cuerpo, llena de colores y formas, proyectando un sentimiento de profunda complacencia, de haber sido capaz de renacer.
Y sin mediar esfuerzo alguno, extendió sus alas, y se permitió ser una Mariposa.