Observa por la ventana de tu mente,
Limpia el vidrio.
Quita todos los peros de la superficie.
Desnuda la luz, con tu mente.
Despójala de sus vestiduras…
Que no quede, ni secretos, ni sombras.
Solo pálpitos.
Percibirás corazones azules, apreciarás corazones tristes,
Notarás corazones imperfectos, habrá algunos corazones inquietos,
También corazones calmos, y tal vez corazones vivarachos,
Como otros magullados. Y por qué no, corazones felices.
Todos en una misma bolsa.
Cada uno, único.
Todos de carne.
Carne y sangre.
Todos palpitan…
Unos pum, otros pum, pum…
Todos, todos palpitan…