-Martina-

Peregrina en la senda

Peregrina en la senda

 

 

 

Senderos, sin dirección o predicción,

hojas enarboladas por la briza capto,

viajo errante bajo un desconocido sol.

¿Extraviar la senda guía hacia el caos?

 

 

Somos los fragmentos cambiantes,

de este mundo que no perdona,

cuando puede nos agobia sin amañe.

Perdí la senda y caída estoy sin mejora.

 

Enredaderas con espinas de rosas,

me aprisionan estoy en dudas,

debilidades, precaria soledad retórica.

Sangre de mi cuerpo huyes oportuna.

 

Dolor eres implacable fustigas,

ya no puedo caminar en la gruta,

aparente recorro en desmedida.

Nuevamente me azotan las dudas.

 

 

Hablo con Dios, le pregunto,

¿Qué debo hacer? Si suplique,

¿Cómo llego hasta el refugio?

No hay respuestas, mi alma lo percibe.

 

Es el  origen, mi fe, mi existencia,

no flaqueare, adelante sin meditar,

cruzare el campo de espinas espesas,

seguiré a la fuente mi peregrinar.

 

Cuando todo se hace incomprensible,

le ha dado la sabiduría a mi alma,

el sendero sabe iluminar apacible,

si a Dios solicitas, nunca decepcionara.