jvnavarro

AQUÍ SE TROQUELA EL AMOR

 Me he comprado una maquina 

de troquelar amores,

de esos tan llenos de vida 

que en los poemas se apiñan,

en tantas páginas

que estas se hacen infinitas.

 

Es un artefacto muy operativo

de cabeza giratoria,

capaz de alegrar las mañanas

de las gentes sencillas,

esas mismas

 que se ven por las calles

con caras de pocas sonrisas.

 

Todo es así de sencillo,

meteremos en cajas

herméticas de madera pulida

la palabra amor 

en su dimensión más operativa.

 

Habrán cajas grandes

para los casos afectados

de disfunciones

que salten a la vista

y necesitan de correcciones oportunas.

 

También se fabricarán

 cajitas bilingües,

por aquello de que hay amores

de patrias distintas,

que se manejan con la lengua

mal y deprisa.

 

Las que más me gustan

son las cajitas

en las que convivirán juntos,

como si fueran amigos 

de toda la vida, 

el odio, el amor 

y la esperanza,

esperamos que sin más rencillas

que las propias de cualquier familia.

 

Si hay ganancias,

cosa esta que se duda,

todo se se dedicará

a capeas y corridas.

 

Los amores serán toreados 

a capa y sin banderillas,

por ser vistosos 

a simple vista.

 

Los odios

¿ qué quieren que les diga?

 

Ellos entran a la espada

aunque solo sea 

por morir de prisa.

 

Sobre la esperanza

los autores citan

que acuden a la muleta

con entrega y fuerza mayúscula,

entre aplausos de los tendidos

y pasodoble de la banda de música.

A veces 

para cuando ha sido buena la corrida,

se dan orejas y rabos

entre vítores, pañuelos y charanga de música.

 

Para que vean que no hay trampa

ni mentiras,

me estoy troquelando

trocitos del alma mía,

para hacer con ellos

bombones y peladillas,

con que contentar

a quienes me las pidan