Jose Luis Posa Lozano

UN PASEO POR EL BOSQUE

Me siento a escribir y espero

recibir maná del cielo,

abro mi mente y mi alma,

mis brazos y mis entrañas,

mas la pertinaz sequia

sigue agrietando mi tierra,

las flores se marchitaron,

los ríos son pedregales,

las golondrinas volaron,

solo restan alimañas,

cantos rodados, barbechos

¡un sol de justicia, abrasa!

 

Pero no podrán conmigo

miedos ni desesperanzas,

tomo un café bien cargado,

me pego una ducha helada,

me pierdo por los senderos

sin brújula ni sextante,

canto con los pajarillos

que vienen a saludarme

y trino a coro con ellos,

limpio mi alma y mi sangre.

 

 Al cabo, escucho un arroyo

que brota de entre las piedras

tomo su agua en mis manos

y me refresco la cara

sintiendo como la vida

se renueva en mis entrañas,

que en su rivera aún hay flores

y abejas en sus corolas.

 

Y de repente las musas

me jalean y me abrazan,

comienzo a escribir sin pluma

en las páginas del alma

cantando por los senderos

que me conducen a casa

pues no hay mejor medicina

que la luz, la paz, el agua,

  un paseo por el bosque

sin teléfono ni senda,

perderse entre la maleza

sin navegador ni riendas.