lorenzo salamanca garcia

ENTRE CHINOS ANDA EL JUEGO

Este poema parece que discrimina:

¡Otro prejuicio de quien no medita mientras lee!

Fuera llovía y hacia frio 

y en un bar regentado por una china

se han resguardado unos chicos,

que concentrados

alrededor de una tragaperras

gastan sus pocos euros,

anhelando hacerse ricos.

No saben que la felicidad

no es ningun premio.

La china ni les expulsa

ni los recrimina.

Al contrario,

aguanta sus voces

y coloca a su hijo en otra mesa

para que no se confunda

mientras hace sus tareas escolares,

ni les copie:

¡Sobre todo por esto!

La china practica la acogida,

que nadie valora,

y les hace sentir

como si estuvieran en casa 

y ella con su hijo fueran unos extraños.