Hojas de color marrón
van cayendo del árbol,
mecidas por el viento fresco
de la mañana otoñal,
el bosque está hermoso
decorado y pintado
con manchas de óleo y pastel.
Paseo con mi perro despacio,
escucho el crujir del suelo
bajo mis pisadas
y me siento relajada
con una envolvente inspiración
para componer una canción
que rugirá en el alma
de mi bello violín.
Hermosas notas vibrarán
cuando el mágico arco
acaricie las cuerdas
creando una música,
creando poesía y corazón,
vida, sensualidad, libertad,
ingredientes que harán nacer
de nuevo en mi interior
una nueva obra de arte
única y maravillosa,
llena de amor, ternura y fuerza
para recorrer feliz
el otoño melancólico,
cargado de poesía y vida.