alegazpa

Larga reflexión después de un tropiezo

Ahora que he vivido 
en media Andalucía,
tengo medio corazón ya libre...
Quizá veo la esencia del recoveco de su tiempo,
donde la otra dimensión saluda
y sus guerreros siguen dándole valor 
a esta tierra que los envuelve.
Aconsejan con el amor ese 
que te deja sin palabras:
la certeza total de sus existencias
aún muertos,
¿a caso la muerte no es parte de este universo?
Lástima dan los mecanicistas,
que toman ciencia como dogma 
y no como una herramienta más
para la consciencia del corazón.
Está comprada por negocios de masones, 
mas aún quedan holísticos Félixs libres,
desgarradores de corazones auténticos.

He soltado aquellas cadenas
que tantas veces sobre mi mente 
han impuesto negro velo.
Crujían sus laberintos
rompiendo mis huesos.
Y cuando el sol me vio,
me alzó a su cielo.
Vi la verdad del mundo...

Me he dado el permiso de tropezar
para escrutar el derrumbe
y ver la ficción de sus escombros.
En la cumbre estoy sintiendo libertad,
esta pasión por descubrir el estar vivo.
El error fue perseguir
sin darme cuenta de que tengo alas.
La paz es alcanzable ahora,
aquí,
aunque esté en la almena del castillo 
del sosiego que pide el alma.
Escaleras de versos hasta su alféizar
guían mis pasos a un trocito del nuevo día,
precioso y colorido,
saciado de lluvia.

Las exhalaciones de las vibras que transcriben versos
en esta corriente física... crean expansiones
que me hacen ser presente de la creación,
del continuo cambio en devenir
de mi vida.
Ahora soy Dios
y no peco por ello.
También se puede salir del infierno
si te bendice un Canserbero de palabras.

Encima del suelo de un prado,
donde me apoyo en árbol que soy,
las raíces bajo mía alimentaron a los mil microbios
que fertilizan mi tierra.
Me siento a leer la belleza vital
y agradezco el error que produjo
que terminasen de caer los resquicios 
de traumas que aún quedaban.
No tengo que complacer a nadie, 
salvo a la pasión mía
que natural ayuda a otros
sin esfuerzo, por mera existencia
que se digna a ser vivida.
Por eso, escribo estos versos
que me recuerdan que soy maestro de mí
y, en este instante,
reconozco el pequeño desvío 
por el que me dejé arrastrar un poco
hacia el mal que daña a la expresión del ser
y, consecuentemente, al resto que me ama.
Soporté esta vez bien con escudos de versos
y con espada de albores, hecha de inspiración,
que el alma observadora palpaba 
del pequeño derrumbe.
Di un estacazo a la tierra
y, sobre la cruz de esta,
imploré un universo de estrellas
hacia donde los albores de este suelo
me llevaron,
desplegando mis alas de poesía,
sin dañar a nadie.
Quizá surja contarlo
porque no hay ningún mal en eso
de surcar crecimiento íntimo 
con cosas que tuve que volver a sentir 
para saber qué es lo real
que serenidad da a la vida.

Los sueños sin perseguir
son solo ilusiones, que de ser ciertas
se tornan inalcanzables por solo mentalizarlas.
Hay que unirse a la vivencia del presente esencial
y las metas serán pasos de un camino
que llevarán a una cascada hermosa.
Celebrarás con un baño
y volverás a caminar 
después de que el amanecer prenda
al día maravilloso donde el rocío empapa 
y con la luz se evapora, llevándose males
haciendo diáfano el día a día.