yito
A los niños sonriendo.
Del mundo del ser adulto
donde soy un prisionero
por piedad, el carcelero
hoy me ha brindado el indulto.
El niño, que estaba oculto
en el fondo de mi ayer
vio en mis labios florecer
nuevamente su sonrisa
y ustedes fueron la brisa
que él pretende agradecer.