Fue la tarde nublada de diciembre
la primera vez que te vi fuiste poesía al instante en mi alma,
fue la noche con la luna y las estrellas más brillantes,
los atardeceres más hermosos, los días más cálidos,
me hiciste poeta con tu sonrisa,
entonces tu mi musa fuiste.
Mi alma danzaba con la tuya al son de la luz de las estrellas,
mientras que la noche florecía en el día
y danzábamos entre las nuevas hasta
que el día se marchitaba en la noche.
Siempre serás mi bella musa
Que con tus delicadas alas llenas de belleza
Tocaste mi alma y fuiste la bella poesía en mi corazón,
Ahora te veo partir con dolor por el mismo
Horizonte por el cual te vi llegar,
Volando hacia mis sueños,
Pasare a ser uno más de tantos que has inspirado,
me ahogare en el mar de tu olvido, para ser un naufrago
errante en las profundidades de tu pensamiento,
mientras yo seguiré escribiendo poemas y canciones acerca de tu belleza