El viento interrumpe la señal wifi, pero me ayuda a reconectarme con mi señal interior.
Hace tiempo que no circulaba por ahí y ya necesita nueva señalización.
El wifi va y viene, yo voy de vaivén y viceversas, el wifi regresa, yo sigo vagabundeando en el medio del bosque.
El wifi me conecta, todos saben lo que hago o digo. El viento me desconecta yo sé y/o quiero saber más del porque digo o hago.
Una vuelta en sí, como diría E.T: a casa, es cada día en que el wifi no está omnipresente en casa.