Roberto V

Historia de amor

Pasaban los días en su habitual monotonía
de pronto el reloj se detuvo en tu sonrisa
Fue un recreo para mi vista el mar de tus
ojos, un remanso de paz para mi alma
En el viejo cristal del espejo una grieta en
el azogue me permitió leer tus sueños
Te dejé un poema en el azul de tu cielo el
premio de tu sonrisa alentó mi pluma
Levantó vuelo, devoró la distancia puso
fuego en tu lecho, en dulce armonía los
cuerpos el amor brotó espontaneo
Tendiste tu mano, tu santuario descubriste
Al amor se sumó la pasión el deseo nació
Ahora somos detalles risas locuras de dos
que no se ocultan nada
Si hasta elegiste ser mi Bebé mi compañera
y sin temor alguno te dijiste MÍA
#PoetaUrbano