Sin saber quien soy,
Quise que me conozcas.
Te permití llegar a donde nadie había llegado,
Deje que sintieras lo que nadie había tocado.
Ahora debo mirarte como una extraña,
Desconocernos
Fue cuestión de horas
Y cuestión de segundos para que la certeza saliera de la casa azotando la puerta,
Asaltando la calma.
Un diluvió
Un dominó
Descontrol y discordia
Todo está en mi mente,
Pero te tengo de frente dándome mil explicaciones, y no sé quién demonios es Miranda.
No sé ni quién eres,
No se ni quien soy.
Me vuelvo ajena a tu tacto
“Ella está con alguien más”
Decían
Pero te miro con ella,
Hoy soy indefensa
Me derrumbo;
Tú discutes con las migajas
de lo que queda de mi ser.
La neurosis construye un laberinto del cual el sosiego siempre va a encontrar salida, dejándome a mi perdida, atrapada en mi propia paranoia.
no sé ni de quién es la culpa
Por qué está vez no puedo culpar al reloj
Fui yo quien permitió que se aceleré y ahora el tiempo hace su trabajo , avanza rápido pero el duelo,
El duelo me mata lento.