Aqua Marina

UN SUEÑO

De niña te soñaba, mi dulce caballero,
trayendo en tu cintura la espada del honor;
montando airoso potro, con porte de guerrero
que busca su doncella, repleto de fervor.

De joven te miraba, postrado en un santuario,
pidiéndole a la virgen cuidara tu ilusión,
llevando rosas blancas, lo mismo que un templario
que brinda regia ofrenda de amor y de pasión.

En medio de mis noches, tu imagen fue mi guía,
que daba a mis ensueños, el fuego del placer,
llevando con sus rayos la dulce melodía,
que hacía que vibrara, mi cuerpo de mujer.

Ahora no te sueño, por fin logré tenerte,
y siento de tus besos lo grato de su miel,
y es tanta mi alegría llegar a conocerte,
que siento que se erizan las fibras de mi piel.

Mi mundo se ha llenado de regios esplendores,
que ofrecen con sus brillos, la dicha de existir,
y tu eres ese sueño, tan lleno de fulgores,
que siempre y para siempre, con luz me habrá de ungir.