Invéntame, si la vida se torna
de gris para ti.
Cuando te sientas afligida
sin ganas de mirar al cielo.
En los rincones mas oscuros
de los sueños.
Invéntame siempre junto de ti,
donde mi cuerpo te de calor
para seguir con amor caminando.
Invéntame en la mirada, en la palabra
¡Ahí!, pegado al corazón de tus labios.
Invéntame en un lugar que te pueda ver con mis ojos abiertos,
para no imaginarme nada.
Yo te invento en la noche
aunque nunca diga nada,
te invento en cada verso
que te leo en la mañana
al cruzarnos las miradas,
y sonríes, diciendo tanto,
sin decirnos una palabra.