Juan Antonio Chacon Carrillo

\"VĂ­nculos Inquebrantables\"


En un hogar feliz, como sueños de algodón, Mi madre, mi padre, mis hermanas y yo, en unión. Jugábamos, reíamos, en el jardín, corríamos, A veces peleábamos, pero el amor nos unía, sabíamos.
Mi abuela, gran señora de cuidado y consejo, Nos guiaba con mano firme, sin dejar de ser un reflejo. El tiempo pasó, y el matrimonio se quebró, De niña me pregunté, ¿por qué nos dejó?
Lágrimas en mis ojos, me sentí abandonada, Mis muñecas dejé, a mi hermana cuidaba. El pan de cada día, juntas buscábamos, Aunque no lo diga, mi amor por ella no olvidamos.
Miraba cómo el dolor a mi hermana corroía, Los tragos se volvieron su triste alegría. Le pedí un día, prometiera dejar el alcohol, Su amor por nosotras, su fuerza, su faro principal.
Hija orgullosa me sentí, de su valentía sin par, Jamás faltó de comer, luchaba sin cesar. Mi abuela cuidaba mientras él trabajaba, Hoy, mujer madura, el abandono no juzgaba.
Dios será el juez, el destino decidirá, Te amo a pesar del abandono, debo expresar. Pero a mi padre amo más, su lucha sin fin, Nunca se rindió, a pesar de su dolor, sin fin.
Me pregunto, ¿qué será de mí cuando faltes un día? Me enseñaste tanto en la vida, en esta vía. Pero no me has enseñado a vivir sin tu guía, Padre mío, gracias por tu amor, por tu valentía.
No nos abandonaste, luchaste por nuestro bien, Por nuestros sueños, por hacernos sentir amadas, también. Gracias por mi hermana, gracias por todo, te doy, Aunque mis sentimientos guardo, quiero que sepas hoy.
Te amo, te pido, jamás nos dejes atrás, Eres mi faro, mi refugio, en esta mar en paz.