Raiza N. Jiménez E.

Mujer Alada.-

Veo las fases de las mariposas, las veo danzar. 
Danzar en su desenfrenado baile a la muerte.
Nunca Dios me prodigó la compasiva suerte,
para verlas vivir in extenso y en suspiros volar.
*-*
Capullos en flor, orugas pasajeras que habitan.
Un dulce susurro te dejan en sus usuales pasos.
Así quisiera yo vivir el amor, más allá, del ocaso.
Iría junto a ellas, como cuando, sus alas agitan.
*-*
Muy lindo, es el dulce despertar de las polillas.
Viven, muy pocos,han visto, cómo surge su vida.
Sin alas, se agita la crisálida y da la bienvenida.
Sin embargo, hela allí, viva colgada de la rejilla.
*-*
Ataviada con frágiles alas vuela el cálido espacio.
Surca delirante, los espacios siguiendo al viento.
La mueve el impulso y gira sus alas con aliento.
Así va, volando con el Sol que, se torna topacio.
*-*
En el jardín de la vida vemos muchas alas rotas.
Tristes esperanzas que murieron, en horas y días.
Nada sutil es la espera cuando, las penas expías
y lágrimas caen sueltas, como unas lindas gotas.
*-*
Qué milagrosa es la estadía de la lábil mariposa.
Nadie la ve nacer, nadie la ve morir y sí elevarse.
va con la brisa, y en un bailoteo, para marcharse.
Ríe, al sorber el dulce néctar de las bellas rosas.
*-*
La seducida, es tan frágil y dúctil como la oruga.
Se desplaza temerosa a las cercanía de lo amado.
Si el amor se expresa, se verá lo que ha logrado.
Alada, la muerte teje traje, es la hora de la fuga.
*-*
¡Si eres Mariposa, ponle color y fervor a tus alas.
que, nadie mate tu júbilo, sí al corazón acicalas!