Rayelzorro

ZAIDA

 

Entre tantos nombres maravillosos
siempre habrá uno que dejará huella,
ese significativo, cargado de gozos
donde es la única estrella.

Entonces todo se hace pequeño
el mar camina hacia arriba
las piedras hablan de un sueño
y el viento ya no gira.

Aparece el nombre de Zaida
sutil e inolvidable
su linda presencia en el aire
y su labor encomiable.

Mujer de inigualable risa,
ilumina cualquier sendero
es la dicha sin prisa
de cualquier pasajero.

La noche es perfecta con ella
si acompaña la oscuridad,
el desvelo quizá llega
pero más grande es su beldad.

Zaida conmueve este corazón arrebatado
le gusta cómo suena su nombre
se hace ferviente invitado
a un posible hecatombe.

Me basta esa voz escuchar
para maniatar mis sentidos,
y si pudiera ver su andar
¡Caray! Sería bendecido.

Zaida ¡Buenas noches!
dice el alma alejándose,
en un sentir sin reproche
donde puedo refugiarme.