Matias 01

Rosas muertas

Cuando estés en tu cómoda silla de mimbre

mirando el mar,

cuando estés feliz, saliendo con tus amigos

y sobre balsa ardiente

brindando por un nuevo amor.

 

Espero no recuerdes mi terrible desamor.

 

Tú sabes que estoy en mi rincón de penas 

con las agujas

y esas cosas blancas,

recordando

y esperando quizás las migajas del amor:

¡Llévame al fondo,

pequeña Ada,

donde guardas las rosas muertas de tu amor!

 

A veces le hablo en silencio a mi difunta amiga

y le pido su ayuda

y le digo ven a buscarme

a mi rincón oscuro a quitarme este dolor.

 

Ven a verme mi querida Ada, dulce mariposa 

de crecidos colores

que alumbras mi ceguera.

Ven a verme por última vez.

 

Y si no puedes,

avísame

y solo envíame las rosas muertas de tu amor.