Te regalo tanto que en la corriente
de los versos míos se dirigen a ti
mis pensamientos.
Tan apacible o violento que
puedan ser las aguas, que
van desde el río a la mar.
Perdona mis ardientes desvarío
porque van hacia ti mis pensamientos
ingenuamente como del río a la mar.
ComoDelRioAlaMar
©Violeta.