alegazpa

Ya en el purgatorio. Pronto... en el cielo.

Vuelven a sonar ocho campanadas,
fuentes de inspiración
en cada bong latido, ahogado en lejanía...
Es como un suspiro que quiere expresar
\"deja que la energía entre...\",
que me barra
la santísima trinidad

 

y cese el tiempo.
Tres errores para aliviar un tormento
de querer huir en las flores de Dios
hacia ese mundo
donde siempre me encuentro,

 

pero las heridas abiertas me impiden poseerlo,
solo los trazos agradables en algún amanecer
o atardecer de ensueños.
Cuando los naranjas dan paso al verde prado azulado

 

en interminable azul, 
fondo donde pincelarán miles de luceros
resueltos de sus mil penas,
por eso brillan contentos.
Se dieron cuenta de que eran luz a un vacío oscuro
donde nada muere.
Hogueras ya buscan los inviernos,
esos de amarse en calor humilde
para huir del viento.
Mas yo quiero
que la voz poética nunca cese
y que lo que el loto me mostró,
lo viva sin el mismo.
No es mi base, 
se me alteran los poros internos
donde enraíza, porque quizá
antes era un bosque completo que talé 
y pide serlo,

 

ahora debo restaurar la tupida arboleda,
esa que envuelve a la alberca del renacimiento,
el espejo de estrellas de mis adentros.

 

Ahí quizá algunas veces pasee por el prado
con mi gente amiga
y en sintonía amorosa 
inspiremos la fragancia de sus peciolos acogollados.
Quizá sí,
Dios, hijo y espíritu,
no hay dos sin tres
o puede que a la tercera
tenga despedida armoniosa
con ese talento que da el fracaso
cuando se acepta como parte de crecimiento.
Y quizá ahora vuelva hacia atrás en mis versos
y me dé igual porque entre sus líneas habrá ríos
con álamos danzantes, abrazos de agua a sus hojas.
Me sumergiré con mis ancestros,
saldré reflejado de pupilas de luceros,
seré mi maestro.

 

Tendré valentía

para expresar lo que es justo.

Espero ganarla con palabras

y respetar a la esencia que soy.

Vivir.