Tu beso fue como una burbuja:
Dulce, clara, repentina y fugaz.
Como un suspiro fue,
como hálito de precaria existencia...
Como novísima experiencia,
solaz mundología en mi destino austero.
Producto tentativo por la imberbe libido
de mi precocidad.
Sin darme cuenta, nació
y sin saberlo, ésta, desapareció…
Luego tornose en ensueño
fantasmagórico sueño;
como un idilio ideal que, siendo irreal,
acabó siendo ilusorio y hueco;
como el encanto de un canto lastimero y fugaz.
Pero dejó enterrada en mi alma una semilla
que germinara lentamente en el jardín de mi vida;
para después florecer como el amor más intenso
que jamás existió…
Y hoy habita en este laberinto de sueños impalpables;
geografía de un inexperto corazón
que vive eternamente ensordecido
por la mágica música de la ilusión…
*