Dime, ¿Cómo quieres que te hable, amor?
¿En susurros de noche sin estrellas?
¿O en gritos de un alma rota y desolada?
Decide cómo quieres que hable, pues ya no sé.
Hemos tejido un nido de silencios,
donde el eco del amor se ha perdido,
y en cada palabra no dicha,
se desangra nuestro mundo compartido.
Dime, ¿Cómo quieres que te hable, vida mía?
¿En versos tristes que lloren tu ausencia?
¿O en frases frías que oculten mi agonía?
Elige, pues ya no entiendo tu presencia.
Nuestros sueños se han marchado al abismo,
como hojas que el viento arranca sin piedad,
y el eco de un amor que fue nuestro abrigo,
se ha convertido en un grito en la oscuridad.
Dime, ¿Cómo quieres que te hable, mi amor?
¿En lágrimas que rieguen la distancia?
¿O en un adiós que cierre este clamor?
Házmelo saber, porque perdí la esperanza.
En este poema triste, de dolor y desilusión,
te dejo la elección de nuestro destino,
pues ya no sé cómo hablarte, corazón,
y en este adiós, mi voz rompe su trino.
Autor: Ángel R. Anaya Puerta
El Ángel de los sueños
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