Amaneció temprano en ese día,
abril apenas entibió la tarde,
amasaba harina mi madre
mientras el fuego encendía.
Todo el cielo se cubría
cómo el vaho en un espejo,
y de una vela al reflejo,
pensativo ... yo leía poesía.
Después de asearme los píes,
encendidas las mejillas,
y al sorbo de un rico mate
saboreaba sopaipillas ...
acostado ya en mi cama:
pensaba en cosas sencillas.
(Chofa)