Comida para gusanos
Hacia el cajón del olvido
hecho en madera de pino,
a él te llevará el destino
cuando dobles la testuz.
Tal vez alguno pensaba
cargar en él las riquezas
y le entraran las tristezas
al ver tan solo una cruz.
Allí los únicos ricos
serán siempre los gusanos,
disfrutarán como enanos
al comerte la nariz.
Quizás pegues buen respingo
y saltes como los cojos
al ver como por los ojos
se te asoma una lombriz.
Hasta culebras me dicen
entran en el campo santo
ándate pues, muy al tanto
cuando las notes subir
¡a saber que irán buscando!
¡Echa mano a los calzones,
pon a salvo los melones!
Por lo que pueda ocurrir.
El Pepico el de mi pueblo
dicen que quiso salirse,
¡no le vino bien morirse!
Dejó el huerto sin labrar,
¡teníais que haberlo visto!
Todo lleno de colgajos
las tripas como pingajos
los ojos como un solar.
En cuanto lo vio la Pepa
¡recibió de sartenazos!
¡Hasta del cura gorrazos
y de buena calidad!
\"¡Vuelve al cajón so´ paleto!
¡No pasen hambre los bichos!
¿O hay que poner en los nichos,
guardias de seguridad?\".
Que de allí ya no se sale
seas pobre o seas rico,
al final como borrico
pegarás la \\\"cabezá\\\",
por eso quizás convenga
que me coman los cristianos
lo que es pasto de gusanos,
y me iré bien \\\"arreglá\\\".
Morir, ¡Cierto! ¡Moriremos!
¡Qué me rieguen bien la huerta,
no valdrá después de muerta!
A dar gusto sin parar,
después no sabemos que hay
y que mi cuerpo serrano
lo disfrute algún cristiano.
¡Los gusanos a esperar!
Mercedes Bou Ibáñez