edgardo vilches

DIEZMADO

Camino por un sendero imposibilitado,

que me hace respirar un cierto abismo,

hechizado por la oscuridad del egoísmo,

que me atrae hacia un sol inesperado.

 

Llevo la fragancia que me ha diezmado,

y ebrio por la melodía sin optimismo,

que a mis ansias ha llenado de mutismo,

empujándome hacia un ceñido costado.

 

La voz me dicta una atención que trazo,

con sinuosos y pequeños reflejos del sol

que tozudos se ciñen a mi brazo.

 

Inconsciente, rearmo los besos que amaso,

cegado y frenético por un activo crisol,

que cultiva una simiente en mi regazo.