Si en algún rincón del alma
escondidas hay tristezas
nunca des por derrotada
la esperanza con su fuerza.
Mira la Azucena blanca
cómo brilla con pureza;
mira el ave con sus alas,
que hasta las alturas vuela.
Asimismo, amiga mía,
alza el vuelo también tú;
asimismo, es en la vida,
cuando brilla la virtud,
como la Azucena linda
bajo un claro cielo azul.