Pero fueron ellas, tus manos
que han acariciado el silencio de mis labios
y el sudor de mi frente y, el andar de mis años.
… poema fusionado por: Susana cristina, LUCERO, el poeta irreverente y otros.
PARA…Aída
Son tus manos, las que acarician, las que buscan,
las que saben que son mías y en mi cuerpo se confunden,
ellas saben el camino al posarse entre mis dedos
¡hacen pausa aquí en mi cuello
y son ellas las culpables
de saber cuánto te quiero!
Bendito Dios que ha dejado en tu piel
esa textura, esa suavidad tan tuya
que en mi barbilla y mi boca
abandonaste esta tarde.
Hasta el humo del cigarro acaricias brevemente
incluso la brisa que corre se detiene sobre tus manos
para sentir ese roce
cual delicado momento.
Son alas tus manos
que vuelan sobre mi pecho
deja que aleteen así
deja que sean mi consuelo,
que sean viento en mi cabello
y en mi oído mi silencio…