Por la floresta de la montaña
trepan y trepan las ovejitas
alegre acompaña la pastorcita
canta que canta arrea el rebaño .
Trista que trista con el akuillu
jadea y jadea en la empinada,
cuando en la meta la cima alcanza
cae de hinojos al fin descansa.
Mientras al medio de su barbecho
suda que suda el campesino
jala que jala con el arado
la tierra mueve, el surco abre
poco a poquito la semilla entierra
y a la tarde cuando el sol cae
y la simiente se desvanece
muy agobiado la faena acaba.
Llegando al punto de la hora pico
balan y balan las ovejitas
mugen y mugen las terneritas,
los perros ladran cuando arrean
la tropa entera hacia el corral ,
de la Laguna salen los patos
graznan y graznan con alegría
porque intuyen el fin del día.
La pastorcita llega a la choza
boquea y boquea de hambre y sueño
largo fue el día, corto el descanso
sobre un tronco como una mesa
devora con ansia la frugal comida
saciada el hambre y adormilada
sobre la humilde estera de paja
sueña que sueña la ovejerita.
El campesino desmonta el arado
libera a los fuertes y cansinos bueyes
braman y braman pues es ya tarde
forraje piden descansar quieren.
El hombrecillo cuelga el sombrero
se quita a jalones las duras abarcas,
con ruidosos sorbos vacía la sopa;
ronca que ronca yace en la paja .
Así es el diario quehacer en el campo .
El quiquiriquí de un gallo cantor
se escucha al despuntar el alba,
siguen las gallinas con el cacareo
los pollitos pian,el caballo relincha
los cochinitos gruñe que te gruñe
luego el gluglú de los pavos machos
todos con el sonido de cada animal
inician el día a la luz del sol.