Hoy las vísceras duermen en un colchón,
De polen,
Igual sacan ronchas al cardumen de neuronas que casi estalló,
Porque feliz de ser un jodido no estoy,
Pero al menos no un canalla, y me voy
A defender,
Y qué se yo,
Si viví la vida y la muerte de un tirón,
Si probé lo dulce, lo feroz, el amor, la desazón todo en un día,
Todo en un segundo,
Mil veces por semana,
Con un temperamento de una rana al sol,
Calcinándose en la carretera,
Recalcitrante paladar, agudo dolor, de mate, de pecho, de falta de canción, de texto, de tiempo,
Y aqui estoy, solo en mi sillón, que es una nube, que es un teclado un amortiguador, una coyontura poética que rejurgitó, para no recaer, para no fracturar la emoción que yace dolida, por pasión, por bosque, por templo, por vos...
Jodido muñeco...