Es la última vez, la última madrugada en desconsuelo
viendo como una vida sin fronteras, con un adiós a cuestas
continúa encendida y sin reproches.
El pasado se vuelve presente y el presente invoca.
Sería frugal para el mañana
que tú y yo
paseáramos al desconsuelo por las calles,
que la esperanza nos tomara de la mano
y camináramos una vez más
con la indulgencia de un ayer que dejó huellas
en un camino empedrado que se aleja.
Tal vez recordarás
como a la par de nuestro amor creció un sauce,
que la farola encendida nos daba calor
cuando abrazados
éramos participes de ilusión y ensueño,
éramos tú y yo, tú y yo solos.
Hoy, sentado en la estancia de la casa, con los labios en espera
por aquel beso que partió, contando estrellas de madrugada
e inviernos en la piel, después de un después os digo;
es la última vez que mi cuaderno y pluma invocan desencanto
mientras la noche sin estrellas corre lento, es la última vez
que pido a la luna no duerma o a la lluvia que cese y,
con la verdad sin prisa, degustando una taza de café deseo
que la esperanza retorne al amanecer, con besos de ocaso.
Autor…reh