Despojada de toda vestidura
que recuerde pasados de dolores;
y dejando enterrados sinsabores,
a tus plantas, te ofrezco mi ternura.
Te daré con mis besos savia pura
que te lleve de amor sus esplendores;
que fecunde con ríos de colores
nuestras horas repletas de dulzura.
Con caricias cubiertas de armonía
pintaremos del alma sus dinteles;
y embriagados en suave melodía
de pasión libaremos dulces mieles;
y veremos brillar un nuevo día
navegando en aromas de claveles.