Voy perdiendo la mirada
conforme ataca el silencio,
como si se levantara
el telón de los secretos,
todo es niebla mal varada
que me hace sentirme ciego.
Voy sufriendo el egoísmo
de quien se siente en altura,
de quien se cree a sí mismo
que no hay manto que lo cubra,
olvidando que el destino
será juez de su andadura.
Voy paciente con templanza
para no perder mi tiempo,
triste estoy por esas almas
que persiguen a los sueños,
porque sueñan con hazañas
de héroes que no son ellos.
Voy recogiendo sus pasos,
uno a uno sus errores,
son vacíos, no los cargo,
tengo la fe en los perdones
y se los daré cansado
mostrando que mi alma es noble.
Hoy las fuerzas han perdido
y me falta comprensión,
me han llevado al infinito
más he vuelto con rencor,
pensaré en lo que os he dicho
y oiré el eco de mi voz.