Continúan las bombas
volando por los cielos,
¡Las palomas, murieron!
Las pistolas hablando,
ellas mandan en el suelo.
Necesitan brazos fuertes,
hay que proteger a los pequeños.
Manos que no les tiemblen
para curarles las heridas.
Palabras que los alienten,
aunque no comprenderán
tanto horror de por vida.
La guerra está dialogando
con la metralleta disparando.
Los ancianos abriendo zanjas,
dan el adiós a las esperanzas.
¡Malditas guerras, creadas
por la avaricia del poder!