Aún recuerdo el olor de las hierbas que unté en tus piernas
la primera vez que te mostré mis heridas por la crueldad de mis compañeras
nada, nada me hacía feliz
mas vi una oportunidad en tus ojos
me dijiste que era simpática y bonita
casi igual que ella
Aún recuerdo tu risa
como el reflejo de una acacia en el agua
casi nunca bajabas la guardia
me llevó tiempo abrirte a mí, a mi cuerpo
Aún recuerdo cuando ella se había ido de viaje
y yo ocupé mi vestido negro
jugué con tus conejos
bailamos sin música
era como si te tuviera en la suela de mi zapato
tomé la oportunidad en cuanto tomé tus labios
y desde entonces nunca he estado sola, hasta el día en que te fuiste del mundo
Aún recuerdo tu cara en el funeral
pálida, exiliada de tu cuerpo
lloré como la cascada le llora al acantilado
la guerra entre tu amada y yo había terminado hace tanto
mas ese día me sentí derrotada
vi su cara mirando a la tumba y luego a mí
riéndose de mis lágrimas
yo nunca gané,
yo solo me convertí en la esclava de tus deseos
aún lo recuerdo, lo recuerdo todo;
tus gritos y tus cambios de humor
rogándome que te satisficiera y al otro que te dejara sola
aún recuerdo cuando me dijiste que la extrañabas con locura
y vaya que me familiarizaste con esa locura
(era como cazar con cuerdas en las manos)
la oportunidad de ganar(te) nunca existió
Aún te odio,
aún me siento mal por ti,
aún me arrepiento de luchar por ser la favorita
siendo que nunca me verías como una igual
idiota, no sé porque no te escupí la tumba
no sé porque lagrimeo al oír tu nombre
supongo que es porque hoy sería tu cumpleaños…
y en su honor
sacaré las mismas hierbas que unté en sus piernas
y las pondré en mi horrendo pecho
que descanse en paz su majestad.