Creo en la fuerza de la amistad,
la inocencia de un niño,
el brillo de tus ojos,
y en la luz de la luna.
Creo en la palabra comprometida,
el silencio expresado,
el frío del viento,
y en lo peligroso del mar.
Creo en lo hermoso de tu visión,
lo magnético de tu maravilla,
lo bello de un poema,
y en el impulso de lo infinito.
Creo en tus sentimientos,
la sugestión de tu risa,
la espuma de las olas,
y creo en Dios.