Al despuntar el día yo te adoro
cual la estrella polar ama la luna,
como el niño dormido ama la cuna,
cual amó su palacio aquel rey moro.
Al declinar el día yo te adoro
como el avaro adora su fortuna,
cual el enfermo adora su vacuna,
como el dedo casado adora el oro.
¡ Yo te adoro, yo te adoro.!