Te perpetúas dentro de mi nostalgia
te expandes como un sol en un amanecer,
me enredas como el silencio a las palabras
siempre callada como una luna en un anochecer.
Es imposible poner a la memoria en pausa
me siento frágil como un trozo de papel,
recobran vida aquellas inmóviles estatuas
que quedaron retenidas allí, en el ayer.
Mi tristeza se ha anidado en mi alma
y todo es una soledad que debo sostener,
me duelen las lágrimas no derramadas
en aquellos versos que tú ya no los vas a leer.
Un designio de mi pena ahora develada
por el infortunio de lo que yo supe querer,
y en el rastro de aquella dicha hoy abandonada
te expandes como el sol en un amanecer.