Dos esmeraldas se han ido,
Dos guirnaldas que ya extraño
Ahora las porta otro,
Que jamás les dará amparo
Por ser un cerdo con perlas
Que no sale de su fango…
Y ahora que ya se han ido,
Me han dejado abandonado.
Esmeraldas de quetzal
¿Cómo no me han recordado?
Esmeraldas colibrí
¿Por qué a mí me han olvidado?
De su brillo fui guardián
Y a su lustre di cuidado,
Puesto que eran mi tesoro:
Por aquel que sin reparo,
Yo mi vida ofrecería
Por ser mi bien más amado,
Por ser mi bien más querido,
Para el que aún haría tanto
—Aunque lo demás perdiera
Y por otros fuera odiado—.