Entré en la habitación oscura
donde la luz ya no cabe,
y me encontré con la muerte
viendo dormir a mi madre.
- \" ¡ Fuera de aquí, puta impura,
vete a tu infernal anclaje,
no siegues el corazón
que en el pecho anciano late.
No he de dejar a tu adarga
cortar la carne más débil,
lamina mi corazón
hasta que no quede sangre ¡ \"
La muerte giró su cabeza,
ojos que no ha visto nadie,
y la muerte entre suspiros
se marchó sin inmutarse.
La luz abrió la ventana,
llegó la vida a quedarse,
se despertó mi ventura
y me sonrió un instante.