En tu tabernáculo yo entro
de tu fruto bebo su dulce jugo
y se alhajan mis pensamientos
con el báculo de tu yugo
de un azulado negruzco
se adorna este consuelo
cargando sobre mi cuello
tu yugo que humilde luzco
alimento del cielo son tus versos
nutritivos y en gloria fecundos
y yo humillado más que bello
ante ti soy piojo inmundo
pueblos, vientos y mundos
te recitan y cantan por derecho
y el tiempo para los segundos
descansando en tu sosegado lecho
tus hechos, derecho, ¡que hechos!
en sencillez repletos y rotundos
en amor humano muy profundos
y de la justicia fértil barbecho
bajo tu techo me quedo desecho
sudando rezumo, me quedo mudo
y en la garganta se me hace un nudo
que lo anudo y en el infinito lo fecho
arde en ti un fuego sin humo
despidiendo a Federico García
y de la ensalada de tus analogías
el siguiente cuarteto aquí lo sumo
entre todos los muertos de Elegía
sin olvidar el eco de ninguno
por haber resonado más en el alma mía
la mano de mi llanto escoge uno
Dios derrama armonía
en las entrañas de mi mente
y herida queda mi frente
con tu amor, tu muerte y tu vida
gotas saladas, lágrimas de agonía
me caen formando corrientes
susurrándome tu compañía
y mi alma callada, escribe ausente
sobrecogido me quedo aturdido
por no tener, no tengo ni dientes
y yo no puedo quedarme dolido
ante tu gran genio elocuente
¿dime Miguel de que fuente
sediento tú has bebido
que empedernido claramente
describes lo que has percibido?
tus vientos el miedo lo espantan
tu sudor la vida la enaltece
tus nanas el amor lo levanta
tu libertad alada prevalece
yuntas y bueyes se han perdido
entre maquinas las almas se envilecen
saqueando la tierra cual bandidos
sin saber lo que en tu poesía crece
con soltura el bien lo has cosido
y en oráculos yo estoy viendo
que carne de yugo esta naciendo
en este mundo cruel y corrompido
contigo estoy vivo, mil veces vivo
e ido con tu yugo conjuro
aunque tenga que ser perseguido
que el lucro es infierno seguro
duros, duros, corazones duros
os acecha a todos la muerte
pobre del que se lamente
de Miguel y su corazón puro
ausente el sigue presente
derrumbando altos muros
quien lo lea y no lo respete
habitara un eterno sepulcro
pastor de almas pulcro
impecablemente delicado
del evangelio eres relicario
y de la maldad repudio justo
tu ser no ha sido sepultado
un bienaventurado eres
ya que hijo de Dios es llamado
quien por la justicia lucha y muere
Jesucristo fue crucificado
sacrificándose por el bien de muchos
y tú por Cristo cautivado
con sacrificios lo seguiste ducho
te leo y quebrantado escucho
el arrullo de un palomar enamorado
y tu arado abre en mi alma surcos
viendo a un pastor y su firme callado
que en esperanza es árbol robusto
con el placer de tu augusto calado
colmado y callado, ya no me asusto
besándote tu mano, me siento a gusto
y con tu gusto en sonidos tallado
embaucado se me van los disgustos
si tus pies los hubiera lavado
con un profundo respeto
tal cual lo hizo el nazareno
ha Dios lo habría alcanzado
pero gracias a tu testamento
en mi corazón Dios se ha instalado
Llegases con tres heridas
y en tres días yo
te he escrito esta elegía
con tu amor y el de Dios.