fasago

Una voz

Una voz

No me despiertan ni la ansiedad, ni el frío del invierno,
ni me agobia, la tristeza ocre de la soledad del otoño
Me despiertan la calidez de los rayos solares al amanecer,
me mantiene con vida la ilusión de soñar con el mañana,
encontrar el consuelo y el cariño, alicientes de la esperanza;
atizar con mi pasión el fuego con leña fresca de la certeza

Por un amanecer en la arena y el oleaje del mar esmeralda,

que al mirarlo se desnuden en mi alma mis sentimientos;

fundiéndose en el atardecer, con el eco de mi voz callada,
una voz que repita
al unísono en el universo mi esperanza