Ha llegado el momento
de extirparse a este cielo;
me encierran en mi jaula
de acero y aluminio.
Guardado en mi pecera
oigo sordos murmullos
de expertos ingenieros:
me ajustan a este trono,
los miro \"pica\" inversa;
quedo en mis pensamientos.
La oscuridad me absorbe,
y estrellitas titilan
con letras y colores.
Este confinamiento
con un gran terremoto
mi serenidad turba
entre fuego y rugidos.
Gritan desde la torre
\"polé\" y la madre patria...
Pero yo estoy nadando
la nada contenida,
el todo incontenido...
Mi vida ya no es mía
pues vidrios y metales
con vínculo vital,
entre jaula y pecera,
alejan de la nada
mi intrascendente aliento.
Ya regreso a mi jaula
y ya ocupo mi trono
en su cuerpo de acero.
De nuevo, ya ës la hora,
mas me ajusto de nuevo
y de largo me sigo:
Más azul, más pequeño...
pierdo mi hogar, flotante,
entre las lucesillas
de mi jaula acerada
y entre los sordos ecos
de oscuridad profunda...
He me aquí, ën la nada,
he me aquí, con el todo...
La luz me desintegra,
la oscuridad me absorbe:
vuelvo al todo y la nada,
en la luz sigo solo,
en la luz del olvido.