EL OLIVAR
Ondeando el horizonte cual mar verde
ver en la lejanía nube blanca,
hace del olivar la playa estanca,
suavizando la orilla que recuerde.
El árbol abayado que concuerde
el “maná” que le otorga, vía franca
por nuestra humanidad que se desbanca
inerte, en el terreno que trascuerde.
Fruto lleno de vida y de placer
para dicha de pueblos, para hacer
las dádivas divinas del comer.
Jornaleros del alma con bondad,
trabajando jornadas de humildad
haciendo del olivo la verdad.
Carta de humanidad.
Dar al hombre la nueva atención
de vivir la verdad con pasión.